«Un 35% de incremento y cláusula gatillo sería lo justo».
Nota salida en Agencias Comunas. Un análisis para ver cuál es el número en las paritarias necesario, para no perder más poder adquisitivo.
El Sindicato Unidos Trabajadores Custodios Argentinos (SUTCA) que representa a Custodios, Vigiladores y trabajadores de seguridad privada, que a nivel nacional conduce Christian López, exige en estas paritarias un incremento salarial del 35%.
En esta coyuntura política y social exigimos mantener el poder adquisitivo de los salarios. Estamos partiendo de ingresos muy bajos, en una actividad caracterizada por la mano de obra intensiva y por jornadas laborales con un promedio de 12 horas diarias trabajadas durante seis días a la semana. Vamos a tomar las cuestionadas cifras del INDEC, que le da un escaso lugar a la influencia del precio de los servicios públicos, un lugar importante a los costos de turismo y recreación, bienes alejados de la consideración de nuestros compañeros. Aquellos que percibimos bajos ingresos, destinamos la totalidad a alimentos, servicios y educación.
Según el INDEC en el 2016 la inflación fue del 40.9%. En el sector se firmó una paritaria del 36.5%. Resultado una pérdida del poder adquisitivo del 4.4%. En el 2017, según el organismo oficial el incremento de precios fue de un 25%. La paritaria fue del 22%, otra vez pérdida, ahora del 3%. Un acumulado de 7.4%
Este año, hasta ahora, según consultoras cercanas al gobierno la inflación será no menor al 25% y algunas ya hablan del 30%. Por eso exigimos el 35% de aumento y una cláusula gatillo debido a la evidente inestabilidad económica que padecemos todos los argentinos.
El sindicato que firma las paritarias, ahora intervenido, y para solo parte de un sector de la actividad, todo indica se va a alinear a los deseos del gobierno nacional firmando un inaceptable 15% en 3 cuotas que terminarían en enero del 2019. También hay versiones que, ante el descalabro económico, se estiraría hasta un 20 o 21%. Cosa poco probable. Un sindicato sin representación entre los trabajadores, sin dirigentes de la actividad y siempre alineado a la Cámara patronal. Esta, CEASI también representa a solo el 20% de todas las empresas de seguridad privada del país y es únicamente facilitadora de negocios a un pequeño número de ellas. No regula la actividad, permite la existencia de cooperativas que son un verdadera fraude laboral y competencia desleal. Empresas que ganan licitaciones y subcontratan el servicio a otras. Resultado, son los grandes contratistas de seguridad quienes imponen los precios en las contrataciones, tornando a la actividad inviable. Queremos evitar los conflictos, somos gente de trabajo. No queremos más leer documentos en donde el presidente de la Cámara se queja de los conflictos sindicales, como lo hizo en la última reunión con el Ministerio de Trabajo. Pero con esa necia actitud no nos dejan otro camino.
