Las dos CGT en que se dividía el Movimiento Obrero lanzan un paro general para el día 30 de mayo de 1969. La dictadura de Juan Carlos Onganía se negaba a reestablecer las paritarias e incrementos salariales, congelados desde 1967. Esto sumado a la proscripción del peronismo y un descenso marcado en el poder adquisitivo de los salarios produjo el germen de los que fue una verdadera rebelión popular en Córdoba.
En la provincia mediterránea se sumaba una reivindicación particular: la pretensión de suspender el llamado “sábado inglés”. Fue así que Agustín Tosco, conducción del Sindicato de Luz y Fuerza, propone y se adopta el abandono del trabajo a partir de las 10 horas del día 29 y movilización hacia el centro de la ciudad, en lo que se transformaría en un paro de 36 horas.
La particularidad de todo esto, es la confluencia con el movimiento estudiantil, que venía luchando contra las intervenciones en las Universidades, con varios compañeros muertos en las diversas represiones.
Las columnas fueron interceptadas en distintos puntos de la provincia. Esto precipitó una verdadera insurrección urbana, ya que fueron apoyados activamente por los vecinos de los barrios. Se decidió, frente a estas circunstancias ocupar los diversos barrios de Córdoba. El hecho clave que precipitó la escalada de violencia fue el asesinato de Máximo Mena, obrero de SMATA en manos de la policía, con balas de plomo. El gobernador pide la intervención del ejército, en ese entonces había cerca de 15 muertos. El pueblo se repliega en el Barrio Clínicas y el Sindicato de Luz y Fuerza corta la luz para evitar el ingreso de los uniformados. Se producen grandes enfrentamientos.
Este es el comienzo del fin del la dictadura de Onganía y el preludio de la recuperación democrática en mayo de 1973 por el peronismo de la mano del “Tío” Héctor Cámpora. Pero el Cordobazo no fue consecuencia de la represión policial, sino que fue parido por programas políticos y de acción diseñados por el Movimiento Obrero Organizado y por la CGT de los Argentinos conducida por el eterno Raimundo Ongaro. Los antecedentes fueron el programa de La Falda, de agosto de 1957, Huerta Grande de junio de 1962. Ambos desembocaron el programa del 1 de mayo de 1968. Para analizar estos programas y ver su vigencia pueden ingresar a www.cgtargentinos.org